www.virtual-teams.eu 39  Planificación estratégica: La capacidad de un líder de ser consciente del estado actual de la empresa, del equipo humano y de los recursos disponibles para desarrollar una "ruta" que permita a su equipo alcanzar los objetivos establecidos para el proyecto.  Habilidades de comunicación: Sin una buena capacidad de comunicación sería difícil desarrollar el resto de habilidades de un líder. Prestar atención, ser conciso o tener un buen control del lenguaje no verbal son algunas de las claves para mejorar nuestras habilidades comunicativas.  Empatía: La empatía es la capacidad de percibir lo que siente otra persona, es decir, la capacidad de poder ponerse en el lugar de otras personas. Un buen líder será capaz de modular y adaptar su discurso en función de la persona o personas con las que se comunica.  Motivación e inspiración: Un equipo motivado no sólo es un equipo que trabaja con un mayor rendimiento, sino que también es más feliz y ayuda a atraer y retener a los mejores talentos.  Coraje: El coraje es una de las habilidades de los líderes que los diferencia de un directivo. Los líderes demuestran valentía cuando toman decisiones difíciles, cuando asumen la responsabilidad de sus errores y los de sus equipos, o cuando tienen que salir de su zona de confort para realizar tareas que van más allá de su deber.  Compromiso: El compromiso se manifiesta de muchas maneras; compromiso con la empresa para no rendirse ni en los buenos ni en los malos momentos, compromiso con el equipo para liderarlo eficazmente, compromiso con los clientes para ofrecer mayor valor en el producto y compromiso con uno mismo para seguir mejorando siempre.  Resolución de problemas: Un líder debe ser también una persona resolutiva, es decir, una persona con recursos y conocimientos para desbloquear y resolver problemas. A veces, hay ciertos bloqueos que sólo un líder puede resolver y ahí es donde entra la capacidad de resolver problemas, permitiendo que el equipo siga avanzando.  Resiliencia : La resiliencia es precisamente la capacidad de las personas para superar situaciones adversas y recuperarse rápidamente de ellas. Un buen líder tiene que conseguir que las adversidades no interfieran en el rendimiento y el progreso de su equipo; en situaciones difíciles tiene que sobreponerse rápidamente y seguir trabajando.